Galletas de chocolate, helado, golosinas dulces y saladas, cama, televisión y un día sin bañarse.
Todas las mujeres tenemos el derecho a deprimirnos por cosas que valgan la pena de vez en cuando. Las mencionadas arriba son exactamente las cosas que no solo yo pero muchas mujeres necesitamos o hacemos para poder tener un par de días para llorar, deprimirnos, dormir, doler...
Y muchas veces, es por amor.
Este es mi espacio personal y hoy lo tomaré para expresar esto que siento, hoy que decidí no bañarme, después de levantarme hasta las once de la mañana de mi cama, porque aún estoy de vacaciones. Me levanto, voy a la cocina, no quiero comer. Me levanto de nuevo casi obligándome a ir a la cocina, abrir el refrigerador y asegurarme que no tengo apetito. Tengo ropa sucia. La meto a la lavadora y en mi tercera vuelta de la cocina decido que debo comer... solo porque tengo que tomarme una pastilla para la que necesito algo en el estómago. Muy poco. Realmente no se me antoja.
Me levanto, pienso en el, voy a la cocina, allí está el, queriéndome ayudar a cocinar, como siempre. Lavo mi ropa y recuerdo cuánto odiaba tener que llevar su ropa a lavar, los lunes. Hoy es martes, tremenda casualidad. Me siento a comer y lo extraño, allí a la par mía, hablando de cualquier tontería. Hoy es el tercer día desde su partida y hoy no he llorado todavía. Siento que tal vez al fin estoy dándome cuenta que esto no cambiará. Regreso a mi cuarto, a encerrarme de nuevo, como que alguien pudiera venir estando la casa vacía, enciendo el televisor, me arropo, y pareciera que otra vez mi mente está dormida. Solo así puedo, por segundos, dejar de pensar en el, en lo que vivimos juntos, en lo ultimo que me dijo, en lo que lo extraño, en lo que espero que me escriba, mirando el teléfono cada 2 minutos, y el mensaje que nunca entra.
No sé que ha pasado en el show. Parece que pongo y no pongo atención. Es algún reality, alguna serie policíaca, una película que ya haya visto muchas veces, nada que requiera mi total atención, porque es imposible ahorita. En mi mente solo está el.
Y me cuestiono una y mil veces las cosas que dijo, que dije. No me arrepiento de nada, de lo que amé, viví, hice a su lado, entregarle mi corazón fue una decisión que tomé con la cabeza también. El lo valía.
Luego me atacan sus últimas palabras, de regresar al pasado, a un pasado que rompería mi corazón. Y mi corazón se rompe. No se cuántas veces se ha roto en tres días. Pero se que cada vez que se rompe, solo debo de leer su carta, ver nuestras fotos y saber que lo que tuvimos fue real, que el sanó muchas de mis heridas, que el me entregó su corazón como yo le entregué el mío.
Las fotos, nuestras fotos... Recuerdo que es una tortura tener como 200 fotos nuestras en mi teléfono. Eso no me ayuda. Decido que es hora de ponerlas en la computadora. Jamás quiero deshacerme de ellas, cuentan una bella historia de amor. Mientras selecciono cada foto donde está el, vienen las lágrimas, de nuevo. Tercer día y sigo llorando. Me doy cuenta que tengo fotos sin clasificar. Me distraigo ordenando fotos por una hora tal vez, sin evitar ver las del folder con su nombre una a una, lentamente.
Entra un mensaje. Es el! Hablamos, por 10 minutos, de donde está y lo que hace ahora que puede escribirme por este poco tiempo. No es muy tecnológico. Siento que vivo de nuevo, todavía me quiere, sonrío, se que allí está pero en 9...8...7... minutos mas lo perderé de nuevo y me daré cuenta que no está alli, otra vez. Se ha ido. Me hago la fuerte. Recuerdo lo último que me dijo y duele. Duele y el dolor como siempre se presenta con bloqueos.
Bloquearme para que? Si el sabe que lo amo, que lo extraño y que lo sufro. Me dice que sufre, que me extraña. Pero no sirve de nada. Lo nuestro terminó para siempre.
Y se va. Vuelvo a la T.V. y me doy cuenta que es Sex and the City. Veo a Carrie totalmente deprimida porque Big la dejó casi plantada el día de su boda y pienso -Wow, eso si merece esto de estar en cama por días...Pero me siento igual. Muriendo por dentro. El tiempo no significada nada. Asi como se puede amar en 10 años se puede entregar todo en 6 meses y sufrir igual. Me doy cuenta que ella la está pasando peor aunque yo me sienta igual. Es una película! Que hago comparándome con Carrie? Y de tanto pensar en eso, dejé de pensarlo por dos minutos. Lo logré, pienso.
Y vuelve la espera de saber de el. Y aquí estoy, a las 10:51 de la noche, después de cenar galletas de chocolate con leche y Cheetos, muchas lágrimas y shows de T.V., todavía pensándolo, extrañándolo, amándolo... cada cosa que vivimos, cada beso que le di, cada palabra que me llenó el alma. Leo sus cartas, veo esa foto que me dió el día de mi cumpleaños y que el mismo puso en mi tocador y reproduzco nuestra última conversación en mi mente como con un botón de "repeat" que no deja de funcionar. Me estoy volviendo loca.
Y lo amo, lo extraño, lo necesito.
Toda mujer necesita pasar por un proceso como éste para poder salir sin llorar, salir y pasar por lugares de tantos recuerdos, sin estallar en llanto.
Yo te necesito. Pero como no te tengo, aquí están mis galletas, mi helado y mis lágrimas. Para que cuando esto se acabe, pueda decir que te he superado...
...aunque no sea cierto...
Te amo MSP.