Fue mío y de nadie mas, este tiempo. Y yo le entregué todo... Mi corazón, mis pensamientos, mi abrazos, mis besos, mi alma.
Jamás quisiera arrepentirme de haber amado así. El me mostró que mi corazón seguía allí, queriendo vivir, como dando patadas de ahogado queriendo salir a flote y poder respirar. En cada beso suyo, mi corazón respiró.
Que si lo extraño? Con todo mi corazón.
Pero Dr. Seuss me enseñó que es mejor alegrarse porque sucedió que entristecerse por lo que se acabó.
Solo temo perder la esperanza, de encontrar a alguien que pueda revivir lo que está a punto de morir...
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