Reglas.
Si me no me llama, no llamo.
Si no me busca, pues yo tampoco.
Si me vieron mal, no vuelvo a dirigirles la palabra.
Debería de ir, porque ella vino primero.
Debería vestirme de negro, porque no me va otro color.
Vivimos de reglas. Reglas que rigen la manera en que vivimos, nos relacionamos, nos vestimos, hablamos, pensamos, lo que decimos y hacemos esta regido por reglas que nos dicta nuestro "superyó" como le llamaríamos en psicología, según Don Sigmund Freud. Los seremos humanos sentirmos terror al no tener el poder de controlar lo que nos rodea.
Noticia de última hora:
De todos los infortunios que
afligen a la humanidad el más amargo es que hemos de tener conciencia de mucho y
control de nada.
Herodoto
El famoso control que todos fingimos tener es nada mas una ilusión. No poseemos control alguno sobre los asuntos venideros, pero en nuestro afán de querer sentirnos en control de algo nos dejamos llevar por cuántas reglas podamos. La vida resulta a veces más fácil a nuestro parecer cuando vivimos de acuerdo a un conjunto de estatutos y dejamos menos espacio para la espontaneidad, las decisiones de último momento, los corazones expuestos y las mentes abiertas.
Tener reglas no es un problema. El problema está en como nos sentimos cuando no nos dan el resultado esperado. La frustración que se desencadena al tambalearnos y perder poder sobre nosotros mismos, es el resultado negativo de vivir con demasiados mandamientos personales.
La clave está en tomar lo que realmente nos sirve y desechar esas leyes que dejamos controlen la manera en que vivimos, sin dejarnos realmente VIVIR. Amar y salir lastimado, perder, decepcionarnos, no encajar, llorar, son todas cosas que tenemos que experimentar para sentirnos vivos. Dejemos de protegernos tanto, dejemos de cuidarnos tanto, y disfrutemos el ahora, el momento que vivimos y el respiro que damos. No está de más romper las reglas de vez en cuando. No te hace mas débil, te hace mas mujer!
Labios de Mujer.
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