miércoles, 4 de diciembre de 2013

Una noche

Lo conocí por medio de amigos en común. Nos presentaron con la esperanza de un "clic".

Cuando lo vi pensé solo una cosa: No era lo que esperaba. Durante la reunión se puso de pie a mi lado y no pude evitar sonreír al ver que el tipo y yo casábamos perfectamente bien de pie. El tamaño perfecto, eso casi no se me da.

No sabía absolutamente nada de este hombre. Lo único que sabía era que era el amigo del esposo de mi amiga. Desde que lo vi de pie a mi lado fue difícil no dejar de verlo, a ese misterioso de buen porte que apenas conocía.

Después de su discurso descubrí otros talentos escondidos: era cómico. Seguramente reímos en cada oración que dijo esa noche enfrente de todos. Me vuelvo tan fácil de conversar cuando veo que alguien puede hacerme reír. Al terminar su discurso se sentó justo a la par mía, perfectos desconocidos siendo presentados en ese momento. La cara de picardía en nuestros amigos no pasó desapercibida.

Hablamos por lo que se sintieron horas, de la vida, las carreras, los sueños y metas, del trabajo y los amigos,  del país, de la comida, de historias de los dos amigos en común. Parecía tan fácil hablarle, como a un conocido de años. Bailamos. El momento en que me puse de pie, dejó allí su comida casi completa, se puso de pie conmigo para bailar. No pude evitar sonreír cuando escuché a una de mis amigas decir "punto para el!". Y bailamos, por horas. Pasitos por aquí, pasitos por allá, roces por un lado o el otro. Era solo risas y baile. Diversión total, fotos, vueltas y vueltas en la pista, miradas coquetas... el tiempo estaba pasando demasiado rápido.

Nos despegamos un rato pero sabía que deseaba volver tanto como yo deseaba que volviera. Y lo hizo. El grupo empezó a levantar bolas de fiestas después de media noche y nosotros allí, al ver que no se decidían, solo nos vimos y corrimos el ritmo de un "VAMONOS!", solo los dos.

Fuimos al auto. Y escapamos de toda esa gente. Fuimos al bar a seguir bailando, pero cada baile era mas cercano, cada movimiento me acercaba mas a su pelo, a su boca, a su cuerpo. Y de sorpresa, nada mas así, me besó. Y me besó y me siguió besando. Y ese beso era el beso que hace tanto esperaba, no por amor, sino por puro deseo de un beso rico, despacioso, con pasión y sentimiento. Un beso que me hizo sentir deseada, de esos besos que fácilmente pueden pasar por besos de amor, pero no lo son.

Y no pude resistirme. Lo besé hasta que quise. Sin jugar juegos estúpidos le dije cuánto sus besos me encantaban, que siguiera haciéndolo, que cuánta falta me hacían. La noche se acabó y después de caminar un poco mas llegamos a su hotel. Sabía que entrar me llevaría a mas que a besos, y me fui. Sin saber si volvería a verlo o no. Sabía que su tiempo era corto pero no sabía cuanto.

Luego nos vimos mas. Mas coqueteo, mas abrazos y besos. Fuimos a hacer diferentes diligencias. Cenamos en uno de mis lugares favoritos y me encantó ver como disfrutaba cada bocado. Me preocupaba que cada vez que abría la boca lo hacía nada mas para gustarme mas. Era tan talentoso! Besar no era su única habilidad.

Llegamos a su hotel... Una noche casi perfecta nos acompañó. Pero el se encargó de agregarle unas manos hermosas, suaves, grandes, de esas que cuando te toman sabes que te van perfecto. Unos besos que fácil podrían convencerte que te quieren cuando no, pero te dicen que te desean y no desean parar. Unas manos que se mueven al ritmo de sus besos en tu cintura y en tus caderas y apenas se controlan por no bajar mas. Y una mirada... tierna y dulce. Como la de los viajeros, pero mas. Puede que el necesitara esos besos tanto como yo. Estamos de pie en el balcón viendo lo bella que esta noche se ha vestido en la ciudad. Se ha adornado de luces de colores, de rincones oscuros y un aire que huele a ansiedad, a esperanza, a dudas y emoción. Me toma de la mano, doy una vuelta y me veo enredada en su cuerpo. De pie nada mas, viendo la noche en sus brazos.

Y esa noche, en sus brazos decido quedarme. Hace frío. La TV está allí esperando ser vista y nosotros ignorando cada cosa que pasa, mejor ponemos algo de música. Y allí quedamos...besándonos y platicando de la vida, de estupideces, de los vicios, de libros,  la música y el amor... casi hasta el amanecer, pero sin importarnos  si dormimos o no porque sabemos que al amanecer llegará la despedida. Queremos aprovechar la noche porque seguramente no tendremos otra y ninguno de los dos quisiera que esta noche acabe. Y es obvio. Estamos allí ya, abrazados, con un cansancio pesado, pero no queremos dormir, solo hablar, y besarnos.

Al fin y al cabo caemos dormidos. Y siento sus grandes brazos y manos rodeando mi cuerpo, casi como diciéndome que están muy cómodos allí.

A la mañana siguiente los besos de buenos días se hacen presentes. Y me hundo, no puedo mas... y de tanto beso la pasión que crece y hacemos el amor, porque así se dice, pero en realidad no es mas que sexo. Del rápido. Nos están esperando. Hace mucho tiempo no lo hacía, porque el? Mas preguntas, ducha, vestido, empacar y los siguientes 5 minutos se van. Salimos del cuarto y sabemos que es hora...


Y nos damos ese último beso, de esos besos a los que me he vuelto adicta en tan solo horas, de esos ojos que quisiera seguir viendo solo para descubrir si ese magnetismo se debe solo a sus besos a también a el, todo. Tomo esa manos que me han hecho sentir tan suya, pero soy de nadie.

Y se va. Y se acaba. Y en horas nada mas, yo vuelvo a ser otra. Esa otra que ha olvidado lo que hace unos días la venia molestando, lo que hace meses estaba añorando. Esa que por tanto tiempo se estuvo cuidando. Este descuido, delicioso descuido.

Todo, por un amor de una noche, que no fue amor.

Después de todo, los amores de una noche te dejan tan llena como vacía.

Amores de una noche

Pareciera que últimamente he vivido rodeada de fiesta. Justo cuando uno menos quiere, es cuándo mas se presta. Pero esta no es mi historia, sino la de mi amiga, Stacy.

Stacy tuvo varias relaciones largas, pero se enamoró del hombre que menos tiempo estuvo en su vida. Se enamoró como loca, a apenas meses de conocerlo sabía que quería pasar el resto de su vida con el. Estaba dispuesta a seguirlo donde fuera si tan solo el se lo pedía. Pero nunca lo hizo. El tiempo llegó en el que tuvo que partir y con un beso de falsas esperanzas, le dijo adiós. 

Han pasado los años y Stacy ha tratado de encontrar a este hombre en muchos otros que ofrecen amores temporales nada más, copas de una noche y sexo de despedida. En cada uno ella vuelve a enamorarse, vuelve a sentir que esos brazos que la rodean podrían ser los que la tengan para siempre. Aunque trate de inventar una y mil excusas de por qué éste tampoco es el indicado, muy adentro lo único que quiere es una cosa: que la quieran de nuevo. Aún así sea por un mes, una semana, un fin de semana, o aún peor, una noche.

Ahora el sexo se consigue más rápido que un beso. "Qué importa!" exclama en cada aventura, "al cabo que amor no es lo que busco..." El verdadero problema es que si lo es.

Ese amor de hace muchos años se ha enamorado, se ha casado y Stacy no puede mas. Aunque sepa que jamás encontrará el amor en una bar lleno de extranjeros buscando una noche divertida en la cama, se empeña en besar labios extraños, coger hasta saciarse y despedirse una y otra vez. 

Todo esto sin saber que cada adiós significa solo una cosa: tú tampoco te quedas por mi, me dejas como el me dejó. Y se hace mierda. Una vez mas, pero esta vez, de manera consciente.


domingo, 24 de noviembre de 2013

Un lugar seguro.

He pospuesto por los últimos 5 años el contar esta historia. Siempre que escribo es porque me siento inspirada a hacerlo por algo que veo o siento o pienso. Tengo varios escritos pendientes. Pero los dejaré en la cola, porque éste no puede esperar mas. Hoy vi una película y es por ésto el título de mi blog de hoy. La película me dejó este sentimiento de nuevo y aquí, tarde, aún teniéndome que levantar mañana temprano, ya no puedo más. Necesito sacar de mi ésta historia.

Yo, nací de buenos padres. Crecí toda mi vida enamorada del amor. Veía a mis padres y a pesar de ser tan distintos, se amaban y demostraban su amor constantemente. Veía amigos y pensaba "así debe de ser". Crecí con maravillosos ejemplos. Jamás vi una infidelidad, jamás vi violencia, maltrato, faltas de respeto. Crecí prácticamente es una burbuja donde el amor era verdadero, las palabras se cumplían y se hablaba de "para siempre" y "eternamente". 

A la mitad de mis 21 años había conocido todo eso que no conocía. Me tocó trabajar y conocer todo tipo de personas. Veía a mi alrededor personas siendo infieles, problemas de alcohol en parejas, faltas de respeto, vistas por los demás como algo de lo mas común. Mas no lo era para mi. No sabía que existía eso allá afuera. Pero allí estaba y era mas "normal" de lo que imaginaba. En esa misma etapa de mi vida, conocí a un hombre. A varios de hecho, pero hacía tres años me habían roto el corazón con todas esas cosas desconocidas para mi y mi corazón se había cerrado, calmado. Pero éste iba a significar mucho mas que cualquier otro.

Ese hombre y yo fuimos amigos un par de meses. Después de salir un tiempo muy corto, fue a mi casa a hablar con mis padres para poder llevar una relación formal. Así se hace usualmente en mi cultura. Nunca nadie había hecho eso. Tal vez mi papá no se mostró convencido por las diferencias religiosas entre nosotros pero aún así el le abrió la puerta y tuvimos unos increíbles tres meses. Yo le decía "usted es un novio perfecto". Me respetaba, me llevaba a su casa y su familia era maravillosa conmigo, llegaba a mi casa y era algo que yo jamás había tenido. Salíamos y nos divertíamos mucho y sanamente. Compartíamos gustos en películas. Si, estaba enamorada pero su pensar era a veces muy mediocre y conformista respecto a sueños y estudios entonces no creía que fuera a ser el, mi alma gemela. Y antes de que todo este pensamiento llegara a una conclusión sobre que hacer, descubrí que estaba embarazada. 

Ese día le llamé con la prueba en la mano y un estado de shock y el no paró de reír de nervioso. Estaba feliz, me decía. Esto no significaba lo mismo para ambos. Yo estaba a punto de desilusionar a toda mi familia, la hija de importantes lideres religiosos, a mis padres sobretodo, a mis amigos, etc... Pero siempre me criaron para hacerme responsable de mis acciones y no hubo duda que éste bebé nacería y crecería a mi lado con amor, pero el nerviosismo y el miedo eran parte de esa etapa. 

Yo nunca he creído que cuando dos personas pasan por ésto tengan que casarse. Sería lo ideal, claro. Pero no creo que si dos personas que no tienen nada en común pasan por esto, deban casarse por obligación para después vivir infelices. Por eso me tomé mi tiempo. Lo hecho, hecho estaba. No iba a ser diferente por pensarlo mas tiempo. No iba a cambiar el que me estaba casando embarazada. Una de las noches en las que le dije a mi entonces novio que no quería casarme a la carrera sino pensarlo, se fue a tomar. En toda nuestra relación jamás me hizo algo así (aunque realmente no fue mucho tiempo). No apareció toda la noche y la mañana siguiente. Tuve amenaza de aborto esa noche de la preocupación y sin dormir. Debía trabajar al día siguiente y el apareció como si nada, campante a la siguiente mañana, a pedirme perdón. Seguro allí escuchó esa canción (luego entenderán este comentario).

Decidimos casarnos. Yo no quería preguntarme después que hubiera pasado si no lo hacía. Temía que mi bebé me reclamara algún día no haberlo intentado. Salí embarazada en febrero. Me casé en junio. Fue una boda sencilla, pero con los mas cercanos. Estábamos enamorados. Teníamos que estarlo. Recuerdo sus palabras al momento de casarnos "ahora si es mía". Tontamente, pensé que era un comentario romántico y le besé. 

Empezamos nuestra vida juntos en aquel apartamento. Era sencillo, pero nuestro. Me casé al tener 4 meses de embarazo. Fue un hermoso comienzo, las primeras semanas supe que mi decisión de casarme había sido la correcta. Hasta que el decidió demostrarme lo contrario. 

Comenzó todo porque mi horario de maestra me permitía llegar temprano a la casa. Me encanta cocinar. Entonces era alegría para mi llegar a la casa a cocinar algo para mi y mi esposo. Cocinar para uno es rico, pero ver la cara de otros al disfrutar tu comida es aún mejor. Aunque fuera algo sencillo, ponía el corazón en lo que hacía. Ahora, cuando llegaba a la casa, saludaba, se sentaba, comía, platicábamos e inmediatamente al terminar, se iba con su amigo. Se iba a "echar un cigarrito", de esos que duraban hasta dos horas. Llegaba a la cama cuando ya estaba yo acostada y a dormir. A la mañana siguiente "feliz dia mi amor" y se repetía la historia toda la semana. Empezaron las fiestas con los amigos a las que "usted no puede ir porque está embarazada". Si proponía que hiciéramos algo mas la respuesta era un "no hay dinero para esas cosas, deje de portarse como que viviera como rica". Lo mas que me dejaba era ordenar alitas porque se me antojaban mucho y las comíamos en la casa. Todos los demás antojos siempre corrieron por cuenta de mis padres o hermanos. Que si todas las noches eran asi? No. Algunas noches, el volvía a mi. Era tierno y dulce. Era un va y viene. 

Poco a poco, las fiestas y salidas con los amigos empezaron a crear peleas entre nosotros. A veces terminaban con el saliendo del apartamento para ir a buscar a sus amigos, o con puñetazos en la pared y gritos. Empezó a llamarme "tonta". Yo era una "tonta". Porque no estaba a veces de acuerdo con el, me convertí en la tonta, que luego escaló a mensa, bruta, estúpida en alguna discusión. Muchas de las veces que me trató de estúpida o basura, me encerraba en el baño, lloraba dos minutos, me calmaba y recordaba que había leído que si la madre embarazada lloraba mucho, su hijo lo sentía y hasta podía ser llorón de niño, cosa que yo no quería. Estaba leyendo mucho para poder ser una gran madre para el y tener un hijo seguro de si mismo y feliz. Entonces recordaba mi apodo de "potra" que no se quién me puso y eso me hacía ver que los demás siempre me vieron como una mujer fuerte, indomable decían. "Si me vieran ahora" pensaba, pero después recordaba que lo hacia por mi hijo. Era fuerte, por el. Al secarme las lágrimas muchas veces también me dije: ésta es consecuencia a haber metido la pata con el. Aguántese. Salía del baño, no nos hablábamos y a dormir. 

Yo estaba estudiando en la universidad. Iba los sábados todo el día. Pero ese día antes de irme ponía nuestra ropa a lavar porque el jamás levantó un plato antes de que naciera mi hijo. Cuando nació pues no le quedó mucha opción que ayudar de vez en cuando. Pero a el lo criaron así. Bien atendido, bien servido. Me tocaba con mi barriga de 6 meses andar recogiendo toda la ropa que dejaba tiraba por la casa cuando se cambiaba. Tenía que revisar los dos dormitorios y el baño y agacharme cada vez que encontraba algo así. Los pantalones aun parados de cuando se los quitaba el día anterior. Hasta que un día le dije que me dolía estar haciendo eso y que si la ropa no estaba en el lugar correcto simplemente no se lavaba. Al verme que ya iba a lavar, entonces corría a recoger toda su ropa por todos lados a ponerla en el traste. 

Mis zapatos estaban resultando un poco incómodos. Mis pies se hincharon un poquito o tenía que trabajar de pie y no eran tan cómodos con mi panza ya tan grande. Yo he calzado lo mismo desde mis 19 años entonces para mis ya 22 años cumplidos, tres de ellos soltera y trabajando, había acumulado 37 pares de zapatos. Si, el me los contó. Porque no me iba a permitir comprar un nuevo par de zapatos con el dinero que yo hacía en mi trabajo porque tenía demasiados. Algunos eran tacones, otros no eran cómodos, etc. Me dijo que si quería un nuevo par, tenía que vender tres de los que ya tenía. Pensé que bromeaba y me reí. No bromeaba. Me compré un par de zapatos con una amiga que vendía en el colegio y le tuve que decir que me los habían regalado. Usé demasiado tiempo ésos zapatos. Me "permitió" comprar muy poca ropa de embarazada. Los mismos  pantalones entre semana y los dos mismos pescadores para la universidad los sábados. Realmente, no me sentí nunca una embarazada preciosa. Aunque mi panza era linda, mi ropa no era adecuada.

Hubo un momento de luz. Conocimos a nuestro hijo por medio de un ultrasonido 4D. El se enamoró de su bebé. Aún cuando incontables veces borracho me llamó "puta" y que "ese hijo seguramente ni de el era" porque yo era una "maldita puta". Luego venían los dos días sin hablar, el día de llevarme algo o de tratarme como princesa hasta la próxima salida con sus amigos a emborracharse. Pero ese ultrasonido, me dio unas semanas de paz y amor.

Una mañana, arreglándome para ir a la universidad, me maquillaba en el cuarto que sería del bebé. El entró al cuarto, con mi estómago de 7 meses de embarazo y me dijo "para que se arregla tanto para ir a la universidad? Va a ir a putear?" Desde mi relación con el la relación con mis amigos se desvaneció. Lo vi normal al principio porque de novios era yo quien escogía con quien estar y si salía con mis amigas a comer nada mas, el jamás se mostraba molesto. Hasta ofrecía llevarme o traerme. Entonces, decirme que iba a putear después de que mi vida se la había entregado a el?  Me sentí tan humillada e irrespetada, pero ese sentimiento empezaba a hacer callo. Llega un punto donde solamente lo adormeces. Tratas de ignorarlo... algo. Pero no podes llorar todo el tiempo.

Su familia era maravillosa conmigo. Pero aún enfrente de ellos hacía comentarios irrespetuosos. Nadie decía nada. Solo hacían como que no habían escuchado. Recuerdo una vez en la que nos reunimos para un almuerzo especial. Yo vivía en el segundo nivel de la casa de sus padres, entonces éramos parte de los anfitriones. El me preguntó "mire, allá arriba hay arroz?" y yo le contesté que si. A los 5 minutos bajó y me dijo "no hay arroz allá" y le dije que había en la alacena. Enfrente de toda su familia el, me levantó la voz y me dijo "Arroz cocido! Para que chingados le voy a estar pidiendo arroz sin cocer? Como es de bruta!". Recuerdo levantar la cara para ver a la familia y ellos, fingiendo no escuchar para no meterse, no dijeron nada. Allí supe que estaba completamente sola en esto. Fui a seguir cocinando la carne y pretender que el humo me sacaba lágrimas, pero que estaba bien. 

Iba por 8 meses de embarazo ya. Tenía la esperanza que al nacer el bebé el fuera a cambiar. Las noches de fiesta seguían, los días de remordimiento también y yo escribía. Tenía un cuaderno y le escribía a mi mejor amigo. Como que fuera a el quien le contara todo lo que me estaba pasando. Con el tiempo, lo rompí. No soportaba leer lo que allí decía. Ahora me arrepiento. 

Una de esos días discutimos. Nuestro comedor no era comedor realmente, era una mesa con sillas de plástico. Preferíamos estar preparados para el bebé. No recuerdo ni sobre que discutimos esa tarde. Yo estaba caminando del cuarto al baño cuando de repente el tiró todo lo que esta en la mesa en un arranque. Yo no tengo un carácter dócil, pero solo los realmente cerca de mi saben cuánto me callé para no pelear y a pesar de defender mis puntos de vista, el no querer pelear porque estaba embarazada y no buscar enojarme demasiado, no decía todo lo que realmente quería. Ese día seguramente le contesté que estaba loco por haber tirado los objetos de la mesa. Al decir esto yo, estaba entrando al baño cuando vi que me lanzó una silla. Una de esas sillas de plástico que se usan para eventos. No pude ni reaccionar. Cuando levanté la vista la silla ya venía hacia mi. Gracias a Dios, el marco de la puerta la detuvo justo antes de que me golpeara en la panza, de 8 meses de mi hijo. Me quedé en shock. Cerré la puerta y por milésima vez me eché a llorar. 

Quise dejarlo pero su papá a quien yo amaba tanto me pidió con lágrimas en los ojos que no lo dejara. Que el tenía un carácter "chingado" pero que era bueno. Que mucho era de lo que vivió de pequeño. Me quedé.

Una de ésas noches nada más, llegué a la casa de mis padres a dormir. Necesitaba algo de paz. No recuerdo que excusa les di para quedarme porque vivía solo a dos cuadras, pero seguramente no me la creyeron. Ellos nunca supieron lo que pasaba. Pero tal vez sospechaban que algo andaba mal. No lo sé. Este es un tema doloroso para todos y prefiero no tocarlo. Todo esto lo sabía únicamente una persona, a mi mejor amigo a quien le escribía en aquel cuaderno viejo, pero que nunca leyó lo que le escribí. Ese cuaderno lo sabía nada mas. A veces, muy pocas, le comenté a mi cuñada alguna cosita para que le hablara, y lo hacía. 

Nunca salíamos. No me llevaba a comer, ni salíamos a hacer nada. Los días que tenía feriado en la casa era para que le cocinara comida que le gustaba y recordarme que cuando el estaba en la casa, yo no tenía derecho a manejar el control de la TV. "Usted puede ver lo que se le de la gana cuando yo no esté. Cuando yo estoy, usted puede ver lo que yo, o a vaya a ver que hace". Era tan humillante que me dijera eso. Cuando se compró una nueva TV y puse la vieja en el otro cuarto para ésos feriados o fines de semana con él, me prohibió encenderla porque gastaba demasiada energía eléctrica. Literalmente solo veía TV cuando el no estaba, porque solo así podía. De lo contrario no me era permitido ver nada y pasaba los feriados viéndolo todo el dia en la cama viendo TV mientras yo leía o algo. Ya no quería que tuviera feriados.

Nada de lo que yo hacía estaba bien. Todo estaba mal. O al menos eso era lo que el decía. Yo solo era buena para la comida y la cama.

 Al acercarse el tiempo de dar a luz, el regresó a mi. Se portó dulce y bueno. Se acercaba octubre y al fin, después de tanta espera, nació mi hijo. Tuve un maravilloso esposo por casi un mes. Era otro. Era mi novio perfecto de nuevo. Lucía con orgullo a "su machito" y les contaba a todos las historias de como iba a ser una "ladies man". No ayudaba en la noche, cambiaba pañales de vez en cuando y me decía que callara al bebe porque tenia que trabajar. Lo sostenía unos diez minutos en la noche y me decía "ahorita es su hijo, la necesita, cuando tenga unos 4 o 5 ya ni va a querer estar con usted, solo con su tata". Pasado ese mes, empezaron los convivios navideños, lo que para el significaría parranda cada dos días y para mi, el fin de nuestro matrimonio.

A los 6 días de nacido dijo tuvo que quedarse internado en el hospital por ictericia. Debido a esto yo pasé dos días sin que mi bebé estimulara mis pechos y perdí mucha leche. De esos días en adelante mi leche nunca volvió tan abundante. Mi "querido" esposo tomó eso el resto del tiempo que amamanté, que no fue mucho, para reprocharme que no servía ni como mujer por no tener suficiente leche para poder alimentar a mi hijo. Esos comentarios dolorosos no son los que un esposo debería decir. Pero para este momento yo ya no sabía con quién vivía.

Las noches después de ese maravilloso mes se resumían en dormir a mi bebé, luego no poder dormir porque el no llegaba, esperarlo... Cuando al fin llegaba, y lograba dormir, roncaba de borracho. Muchas noches puse un sleeping bag en el otro cuarto y dormía el o yo allí. La mayoría de veces el,  porque en nuestro cuarto estaba el bebé. Los gritos seguían, las humillaciones frente a sus amigos, por teléfono de bolo aún mas. 

Me pidió que renunciara a mi trabajo. Yo moría por cuidar a mi bebé pero temía lo que esto representaría económicamente. Aún así renuncié. Claro, tuve que escuchar innumerables veces que si decidía seguir trabajando era una porquería de madre porque prefería el dinero a estar con mi bebé. Accedí después de que prometiera pagarme la universidad ese año porque no podía dejarla.

 Mi jefa era excelente conmigo y me dijo que mi trabajo estaría esperándome cuando decidiera regresar. Le dije que me tomaría un año. Me dieron mis prestaciones y las usé para comprar los regalos navideños. Su familia tiene una tradición muy linda de darles regalo a todos los miembros de la familia, uno por familia. Fueron muchos regalos. Allí se fue casi todo mi dinero y en la navidad. Yo ya estaba pensando en dejarlo. No podía vivir una vida así. Una noche, después de haberme dicho muchas veces que el niño fuera la iglesia conmigo cada domingo, me dijo que si el niño vivía en SU casa, se iba a ir a donde el dijera, aunque el ni practicara ni asistiera a su iglesia. Me explicó que si quería que el niño se criara bajo mis principios, mejor me largara. 

No podía dejarlo en la navidad, no solo por lo que la fecha representa sino porque yo amaba a su familia y no deseaba hacerles eso y mi familia viajó a mi país para las fiestas. No pude ir con ellos porque el doctor me recomendó no hacerlo. No iba a quedarme en la casa de mis padres sola todas las fiestas.

Después de tanta fiesta, tantas llamadas para decirme "estúpida, puta, desgraciada.. etc" yo tenía una nueva fuerza: mi hijo. Empecé a ponerme de pie y a defender mis puntos de vista. Recuerdo una de esas llamadas y el me dijo algo como "yo llego a la hora que se me pegue la p**a gana y hago lo que quiera. y déjeme de chingar porque me puedo ir a hacer m**da" y en mi cólera y dolor le respondí "ojalá, así ya ni siquiera llega acá y esto se acaba de una vez por todas". Creo que esa noche se dió cuenta que yo ya no podía mas. Eso, mas las humillaciones, mas los cigarritos todas las noches con los amigos, mas los mensajes extraños de una mujer "compañera de trabajo" fue mi diciembre.  

En enero llegó la hora inscribirme a la universidad. Al decirle que debíamos hacerlo su respuesta fue "está loca? le voy a pagar la U para que igual me deje?". Mis padres me pagaron la inscripción esa vez. Dejé de trabajar entonces no tenía dinero, mas que los 20 quetzales (2.50 dólares) diarios porque con eso era suficiente. La tercera semana de enero le dije que ya no podía mas. Que lo dejaría. Me dijo que la tercera era la vencida y que ahora si iba a cambiar. Que lo perdonara. Ya en dos ocasiones anteriores me había hecho la misma promesa falsa. Esa semana y la otra dejó de dejar dinero para el almuerzo. Yo todavía amamantaba a mi hijo. En una pelea me dijo que viera como me hartaba. Entonces por esas dos semanas, visitaba casualmente a mis papás o a mis suegros a la hora del almuerzo, obviamente siempre me ofrecían comer. Me sentía peor que un perro callejero. Ellos nunca lo supieron. Nunca supieron que cuando llegaba a su casa era porque no tenía que comer. Porque mi esposo no me dejaba dinero para comprar la carne o el pollo o las verduras de la comida. Porque el si pagaba su almuerzo en la calle pero yo no me merecía comer. Para mi no había. De todas las humillaciones que me hizo, para mi, esta fue una de las peores. Jamás pensé que alguien podía hacerle esto a la persona que decía amar. 

Y como era de esperarse, esa última oportunidad, la perdió. Una noche, para ser exacta, un 29 de enero, llegó a la casa después de irse de fiesta. Me dijo que vendría del trabajo pero me llamó diciéndome que un ratito mas y un ratito mas. Mi bebé de tres meses estaba en su cuna y yo como siempre sin poder dormir. Admito que no llegó a las 3 am como usualmente lo hacía. Yo ya había visto que borraba mensajes y llamadas de la mujer de su trabajo. Ya no confiaba en nada de lo que decía. Varias veces descubrí que me decía estar en un lugar y estaba en otro. Esta noche no fue la excepción. Había soportado ya mucho, en mi opinión. "No me ha pegado todavía, solo me empuja o da jalones"  me decía yo. Llegó a la media noche. Yo tenía mucho miedo estando sola, no se por qué. 

Esa noche, entró a la casa. Quiso hablar conmigo y solo le dije que por favor no ahora. Que me dejara dormir porque ahora que el había llegado podía dormirme tranquila. Al fin podía dormir y el agotamiento después de un bebé y las horas de sueño que uno pierde es pesado. Solo quería dormir. Pero el no me dejaba. Me quería explicar y decirme como por su amigo allá, por su amigo acá se había tenido que quedar hasta mas tarde con ellos, pero que entendiera que había hecho todo lo posible. Yo no quería nada. Solo dormir. Se molestó al ver que no quería escucharle. Me gritó "usted me escucha porque es su p**a obligación porque es MI mujer y para eso está". Me agarró del brazo y me acercó a el. Intenté que me soltara pero fue imposible. El es un hombre muy fuerte. Siempre sentí que era muy fuerte a comparación de otros. Me alejé como pude y le dije que por favor no me lastimara. Quise correr a la puerta de la sala y el se puso en el camino y me empujaba cada vez que intentaba acercarme. No tenía escapatoria. Sus padres no estaban en casa esa noche porque la hermana se su papá había muerto y estaban en el velorio. Ni siquiera iban a regresar pronto. Empecé a llorar, a gritar. Me tiró en la cama y me retaba a soltarme. Grité lo mas que pude aún sabiendo que mi bebé estaba allí. Quería que los vecinos me escucharan, que alguien hiciera algo. Le gritaba que no me lastimara. Corrí de una lado a otro queriéndome alejar de el y todo fue en vano. Me tiró a la cama y me tomó de los brazos muy fuerte. Por un segundo hasta temí por mi hijo. Dejó de maltratarme porque me calmé, dejé de llorar y gritar como el quería y me soltó. En ese momento vi que mi bebé tenía sus ojitos abiertos y asustados. Corrí y lo tomé en mis brazos. No lo creía capaz de lastimarme con su hijo en brazos.

Después de tomar al bebé se alejó de mi y fue a gritar algo a la sala. Regresó al cuarto, yo acostada con mi hijo encima de mi pecho tratando de que se le pasara el susto, cuando el se acercó a mi y me dijo algo que hasta ahora, 5 años después retumba de vez en cuando en mi mente y aún no soy capaz de contar sin llorar: "agradezca que tiene a mi hijo en brazos, sino la vergueo tremenda hija de la gran puta". 

Eso fue todo. Allí muríó una parte de mi. Solo vi al techo y pensé en un mes mas con el, los años con el, mi hijo aprendiendo de sus gritos, mi hijo mal tratándome por ver como su papa lo hacia, mi hijo llorando del susto de escuchar los gritos, mi hijo sin tener un padre en la casa porque pasaba en fiesta... El bajó a la casa de sus padres y pasó allí la noche. No podía llamar a nadie. No tenía ni un minuto para llamar de mi celular porque ahora el me ponía los minutos. Nunca se me ocurrió llamar a la policía. Simplemente no pude pensar. Era demasiado tarde para salir de la casa. Solo dormí. Lo que quedaba de la noche, de mis lágrimas y de mi dolor se fueron con Morfeo esa noche.

A la mañana siguiente, un sábado, preparé una pañalera, puse todo lo que necesitaría por el día y tomé a mi bebe en brazos y con mucho silencio y cuidado salí de la casa. Caminé a la casa de mis padres. Llegúe y por primera vez, les conté lo que pasaba. Recuerdo a mi papi decir "Yo que desde pequeña te traté como una princesa, para que un hombre cualquiera venga a tratarte como un animal". Sus palabras estaban llenas de dolor. Se aseguró que yo estuviera firme en mi decisión y fui al juzgado de familia. No me atreví a ponerle una medida de seguridad porque me dio lástima hacerle eso y que no viera al nene. Porque aunque no pasara mayor tiempo con el, sabía que le amaba. Hasta ahora no se si fue la mejor decisión. Solo quería irme de allí. Esa misma tarde, regresé al apartamento, con un camión, aprovechando que no habría suegros a quien tener que darles explicaciones y saqué todo lo que era mío. Y la cama y la estufa. Las iba a necesitar. El tenía su cama de soltero. Me rogó con lágrimas que no lo dejara y yo en las mismas le dije que lo amaba pero que no podía mas. Que me había lastimado demasiado y que no quería eso para el resto de mi vida. 

Y se acabó. O por lo menos eso pensé. Por el siguiente año me hacía promesas, me pedía que volviéramos o salíamos juntos para ver si el realmente había cambiado. Una vez vino a visitarme un amigo, que acababa de conocer y era realmente solo mi amigo. Mi ex cuidaba al bebé los sábados porque yo debía ir a la universidad todo el día y mi familia trabajaba. Vio el carro de mi amigo afuera de la casa esa tarde. Desde de la calle me gritó que era una porquería de mamá por que prefería andar "cogiendo" con hombres en vez de estar con mi hijo. Fue una de las peores vergüenzas de mi vida. 

Esa fue la primera vez que mi papá se metió. Le llamó y le dijo que no volviera a hacer esos escándalos en la casa o hablarme así. Otras veces me llamaba con cinismo contándome que tenia hambre porque estaba fingiendo estar destrozado en la casa pero que devoraba lo que veía en el trabajo. Todo con tal de poner a su familia en mi contra para que no lo culparan por nuestra separación. Si de pronto se peleaba conmigo me decía "allí mira que hace con el bebe hoy que  vaya a la U" y así era, tenia que ver que hacia. Varias veces me lo lleve a clases y mis maestras muy lindas y comprensivas aceptaban que estuviera allí. Pero en su casa decía que yo no le había querido llevar a su bebe. Obviamente, logró lo que quería. Su familia no me quiso mas.

Las humillaciones no se acabaron. Todavía el año pasado tiraba sus comentarios abusivos, humillantes. El dolor? Ese hizo que lastimara  a otros en el camino. Estaba tan acostumbrada al maltrato que una caricia me ofendía. Estuve sola por dos años. Sola. Era un ir y venir de el, hasta que me propuso matrimonio de nuevo mientras ya tenía una novia formal de meses. Le dije a su novia y con eso se calmó un poco. Ahora ellos están juntos y la molestadera es menos. Cada tres meses el patrón es venirme a pedir "recordar viejos tiempos". Aunque nunca se le de, el lo intenta. 

Un día le pregunté que porque me rogaba tanto si me había tenido y me había hecho tanto daño. Me confesó que cuando yo no quise casarme inmediatamente como el lo quería, había lastimado su corazón pero mas su ego. Un día sentado pensando en esto había escuchado una canción ranchera (que un día me enseñó y no pude dejar de llorar) donde le decía a la mujer que le daría una cama de piedras, para ver si merecía una cama de plumas, o algo así. O sea, a raíz de esa canción, el había decidido tratarme de la peor manera que pudiera por un año y si yo aguantaba un año, el después seria bueno conmigo otra vez. Todo, por una canción. Yo le aguanté 7 meses.

Que si lo he perdonado? A veces creo que ya me liberé. Pero cuando hace algo siquiera parecido a lo que hacia o decía, me doy cuenta que la semilla del dolor y el rencor esta allí. No lo pienso regularmente. Pero veo una película, como la de hoy, y a veces es difícil no llorar. Oro y le pido a Dios que me sane y de paz y que el ya no tenga el poder de enojarme o lastimarme. Que si mi hijo sabe algo de esto? Ahora me pregunta que pasó entre su papá y yo. Le digo que no funcionamos. Me preguntó si su papá me había lastimado y no quise mentirle, pero tampoco explicarle. Solo dije: no me trato muy bien. Te pegaba mami? No, hijo. No me pegó. Que si lo he superado? Conocí un par de firmas malísimas (hombres que me invitaron a salir). Dejé de comunicar mis sentimientos y pensamientos porque el los había invalidado. Creí que cada persona que se me acercaba me querría solo para acostarse conmigo, como el me lo había dicho que hacían con las madres solteras. Creí que estaba muy gorda, muy fea, muy demacrada, muy vieja porque eso me decía el para que no saliera con nadie. Si escuchaba a alguien levantar la voz inmediatamente me bloqueaba, me daba la vuelta y me iba porque tenía miedo. Si alguien me pedía servirle algo sentía que me estaba tratando como su sirvienta, aunque solo me hubiera pedido un favor. Deje de acariciar, abrazar, el único contacto físico que quería era el de mi hijo. Por los siguientes años conté mi historia llena de lágrimas. Me propuse que ésta historia debía ser contada para que todas esas mujeres que se encontraban en una situación similar o estuvieran a punto de embarcarse en una, pudieran aprender de ella y salvarlas. Pero para eso, debía contarla. Empecé a ir a terapia también y el año pasado fui capaz de contar partes de ella a mi grupo de la universidad sin derramar tantas lágrimas. Increíblemente, hay muchas mujeres allá afuera que están pasando por alguna situación de maltrato. 

 Luego conocí a alguien. Y me enamoré al fin, esta vez de un buen hombre. El me sanó poco a poco el corazón, la mente. Fueron 6 meses de recordarme que es lo que me merezco, de que mis pensamientos y sentimientos si son válidos y merecen ser escuchados y tomados en cuenta. Que comunicar lo que deseo puede llevar a cambios positivos en una relación. Que valgo no solo por como me veo pero porque tengo virtudes y cualidades que son capaces de llenar a alguien mas. Me enseñó a no darme la vuelta e irme a la primera discusión, que pelear es normal pero hay que saber hacerlo. Me enseñó que no estar allí conmigo no significaba que estaba con alguien mas. Me recordó lo que se siente ser verdaderamente amado, cuidado. Que alguien ponga de vez en  cuando mis intereses sobre los suyos. Me hizo sentir hermosa. Me recordó lo que se siente se respetado, que confíen en mi, que no me cuestionen por cosas de su imaginación. Me recordó que soy de inmenso valor. Me devolvió la paz y el corazón. Derritió las partes frías de estaban allí adentro y con muchísima paciencia me quitó la capas y paredes que me defendían. Que si estoy con el? No. No se pudo pero la experiencia valió toda la pena. Que si estoy perfectamente bien y curada del maltrato? No. Todavía no. Es un proceso. Solo que dio pasos agigantados con toda su ayuda. Pero voy por buen camino. 

He leído mucho, he escuchado hermosos discursos dedicados a la mujer. La esperanza está haciendo su caminito de luz. Veo historias que hacen que vuelva a creer. Que algún día, cuando menos lo espere, encontraré al fin, mi Safe Haven, mi refugio seguro. Si, ésa fue la película.

Ojalá muchas mujeres como yo, no se vean desvanecerse por una situación así. Ojalá algún día pueda yo trabajar con mujeres víctimas de maltrato para ayudarlas a salir de allí y devolverles su vida. Ojalá pueda siquiera con este pequeño blog, llegar al corazón de alguna y recordarle que si se puede. Si se puede estar mejor. 

Dulces sueños, princesas. Allá afuera, hay un lugar seguro para nosotras y nuestros hijos. Solo confiemos.

Violencia contra la mujer no es solo golpes.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

No se oculta!

Un te amo no se oculta. 

Está allí y pelea por salir, amenaza con ahogarte o quemarte la garganta hasta que seca ya no pueda mas. Y en cualquier momento, se sale... Así, solo así, y finalmente respira.

Un te amo no se oculta. Se sale por los ojos y suaviza la mirada...y brilla. No se opaca ni con la oscuridad de la noche, del miedo.

Un te amo no se oculta. Se escapa por las manos. Queriendo tocar aunque sea un cabello, un dedo, el toque de un brazo. No permite que se quede quieto. El cuerpo, se derrite ante el mero roce de su piel.

Un te amo no se oculta. Es su olor, en donde sea, que mata. Es acercarse cada vez mas a su cuello para aspirar lo suficiente para mantenerte vivo.

Un te amo no se oculta. Esta en su voz. No es su voz, son ángeles, son pajaritos, no! Mariposas? Que es esa melodía? Lo que diga, suena perfecto, a el, a todo.

Un te amo no se oculta.

Aquí mis ojos que brillan, como faroles, mis manos que no pueden esclavizarse mas, mis sentidos completos esperando sentirte y mis labios que gritan sin poder detenerse....

TE AMO!

Y no quiero ocultarlo mas. 

Ya está. 

Te amo.

viernes, 13 de septiembre de 2013

Siendo Puta me fue mejor!

2 meses han pasado desde que alguien me presto el libro titulado "Siendo Puta me fue Mejor" de la autora Vivian Marroquín. Recuerdo haber visto el libro en diferentes vitrinas de centros comerciales de la ciudad y pensar como menciona Vivian que otros mismos pensaron "ese título esta muy a la vista"... Hay niños y jovenes aquí.

Usualmente los títulos atractivos como ese que se quedan en tu cabeza han resultado en libros que no son mas que eso, el título.

El libro trata de historias, mas que todo personales de la autora y sus amigas, durante su tiempo de adultez, fiestas, alcohol y hombres. Es basada en eso que ella nota una "interesante" teoría:
A las mujeres que crecen en hogares machistas donde se supone deben ser mujeres de Dios donde cuidan lo que hacen, dicen, piensan, oyen y aprenden a cocinar, lavar, planchar, coser, atender perfectamente a un hombre para tener un "matrimonio ideal" y dedicarse a el y a sus hijos toda la vida LES VA MAL.

Mientras que, según la opinión de la autora, las mujeres PUTAS (ella da varias definiciones para la palabra PUTA), con todo y lo vivido, tomado, fiestas, hombres y locuras, LES VA MEJOR.

Pero a la vez cree en el karma. Esa parte no la entendí. Una creyente del karma no debería creer en esa teoría. Me resulta  contradictorio.

Leí el libro en dos horas y media. Me estreso al tener cosas que he no devuelto. La lectura es fácil y rápida. Resulta algo divertido leer alguna historia y de pronto relacionarse con ella... eso quita segundos mientras recuerda uno lo vivido propio y parecido. Dos horas y media y saqué la tarea. Hoy mismo lo devolví.

Dentro del libro ella menciona en varias ocasiones como ella y sus dos amigas tenían el mundo en sus manos por ser mujeres muy guapas. Yo conocí a Vivian hace un tiempo y no me pareció una mujer despampanante ni bella. Atractiva, buen cuerpo, si. Pero que clase de hombres no  caen encantados ante una mujer atractiva y segura de si misma que cree y actua como que tiene el mundo en sus manos. Alguna vez, fui asi. Tenía tantos pretendientes que había para cada cosa que se me antojara: bailar, ir a comer, un buen beso... dependiendo de lo que necesitara. Se siente uno la bola brillante de la fiesta. 

Pero no es para  contarles mi experiencia personal que escribo hoy. Es mas para expresar mi opinión de su teoría. Y mi opinión es ésta: siendo PUTA, NO les va mejor.

Me llamó la atención que el libro está basado en un 80% en las fiestas y experiencias de ella y sus amigas, que según su mensaje final, eran putas y les iba bien. Pero al final ella y otra amiga, se quedan solas. Siguen solas. La amiga "mas puta" Marimar, a ella le fue bien.

Primero, cada quien debe definir su "bien" cuando a irle bien a alguien se refiere. A las PUTAS, no las lastiman como a las otras, no las ofenden o pisotean, no las humillan ni se dejan. Si eso es bien, si, les va mejor. Las putas adquieren suficiente experiencia y conocimiento como para no caer enredadas en falsas promesas de amor e ilusiones. La putas sobresalen usando su encanto y manipulación obteniendo muchas veces lo que desean y anhelan . Las putas, son mas cabronas.

Pero también, a las putas, se les desarrolla ese sexto sentido que las ayuda a todo lo anterior pero les bloquea los sentimientos. Se vuelven mujeres intolerantes, impacientes, alegres por fuera pero medio secas por dentro. Los sentimientos en estas mujeres no se desarrollan de la misma manera. Ellas han aprendido a no enamorarse, y lo han aprendido bien. O en el peor caso, se enamoran de cada hombre que aparenta no ser como "los demás" y resultan siendo peor. Por supuesto que la diferencia es que éstos hombres no pueden saber que ellas se enamoraron. Va contra las reglas. Pero ellos se van y ellas quedan destrozadas, por muy "putas" son dejadas en las garras del desamor, lo que al final solo alimenta su razón de seguir siendo putas.

Esas putas son las mujeres que mas solas se sienten, cuando se acaba el licor, un hombre mas se va de sus camas, sus amigas empiezan a sentar cabeza, todo esta bien, pero les falta amor.

Esas putas son también las que después de obtener lo que desean de los hombres se dan cuenta que siempre querrán algo a cambio y nunca será algo desinteresado. Así paguen por su compañía aunque sea, ellos siempre tienen algo que ganar. Aunque según ellas "tienen el control", ellos son quienes no se molestan en invertir por una noche de placer. La mayoría de hombres en el libro son de "mucho dinero"... Nada les costó invitarlas una y otra vez si al final terminaron tirándoselas a todas. Eso para un hombre es una inversión. Y el control, es de ellos. El control, es una ilusión.

Esas putas son las que se jactan de jamás haber sido tan idiotas como para caer en las garras del amor, cuando son las mujeres que mas anhelan poder al fin conocer a ese amor del que todas las "princesitas recatadas" hablan, sentirse amadas y amar con todo el corazón, sin tener miedo a que las lastimen. 

Las putas se hacen llamar putas, para no ser llamadas princesitas recatadas, cuando eso es todo lo que siempre quisieron ser.

Dije recatadas, no estúpidas. Nadie dijo que una mujer mansa debe ser mensa. 

Son esas mujeres poderosas y cabronas que llegan a viejas deseando poder cambiar sus vidas, haber amado mas, haber creído mas, haber esperado pacientes.

Son esas mujeres que cuando "les va bien" y consiguen al marido de sus sueños y la vida de sus sueños" (pero claro que no lo decían cuando andaban de putas), tienen cola que les pisen y sienten que no merecen lo que han encontrado. O sus miedos e ideas provocan pleitos y confusiones.

Si, crecemos en hogares o culturas machistas, pero en cada una está el cambio y el decir BASTA cuando nos toque vivir nuestra vida. Podemos encontrar amor, ser felices, y tener una vida feliz si SABEMOS ESCOGER, sin tener que convertirnos en PUTAS. 

No te fue mejor siendo PUTA, te hubiera ido mejor sabiendo ESCOGER.

Hombres "mierda" siempre habrán. Que uno siempre los escoja, ya es otra historia. 

Al final la autora del libro cierra diciendo "No me volví puta, me volví una hija de puta!"... y yo le agrego:

Por eso estás sola. Te has perdido de amar y ser amada. De creer, de confiar, de entender... de compartir con quien está igual que tu, quien tiene los mismos intereses y metas, de despertar al lado de alguien a quien volverías a escoger diariamente.

Al parecer se ha puesto de moda que las mujeres se tilden de PUTAS o CABRONAS para mejorar su ego y verse como poderosas que no necesitan de nadie... Cuando todas coincidimos en que jamás fuimos tan felices, que cuando amamos y nos amaron de vuelta. Eso es simplemente parte de nuestra innegable naturaleza y herencia divina. No podemos huirle, ni escaparle.

Siendo PUTA no te irá mejor. Siendo tonta tampoco. Solo sé inteligente para escoger a quien le das tu corazón y aprende a decir NO.

Aunque la soledad mate.



lunes, 9 de septiembre de 2013

Tristeza

Tristeza. Y no de la común, de la que pega y se esfuma. No. Es de la tristeza que te quita la paz, te roba la sonrisa y no la devuelve mas.

Me siento sola. Nadie. Nadie con quien contar y pedir ayuda. Nadie que ofrezca una mano solidaria. Estoy sola. Me sorprende pero no entiendo porque. Solos venimos y solos nos vamos, no? 

Sola como un perro callejero que come lo de otros y por mas que trabaja y emplea su energía, no recibe mas que lo necesario, no para vivir,  sino para NO morir.

Esa es mi vida. A veces creo que ese es mi destino.  Ser infeliz con quien soy, con lo que tengo. Destino? Pensé que yo lo hacia. Pero no es cierto.

Quiero desaparecer. No morir porque la idea me aterra. Pero quiero de repente desvanecerme. Desaparecer... Aunque creo que ya lo estoy haciendo. Siento las piezas de mi rondar a mi alrededor, las veo y se que ya no están conmigo. 

Tengo 2 días de no verme a mi en el espejo. Cuando lo hago, veo una sombra. Veo nada mas sombras. Entonces he decidido no verme mas. 

Todos se ríen, se mueven, hablan y ríen. Yo soy una sombra.

Yo también hablaba, sonreía, me movía, bailaba, cantaba... 

Ahora solo respiro. Y camino como una sombra...entre sombras.

A.

If you can read me, this is for you.

If you MP still read my blog, this is just for you.

Another day another life
Passes by just like mine
It's not complicated

Another mind
Another soul
Another body to grow old
It's not complicated

Do you ever wonder if the stars shine out for you?

Float down
Like autumn leaves
And Hush now
Close your eyes before the sleep
And you're miles away
And yesterday you were here with me

Another tear
Another cry
Another place for us to die
Its not complicated

Another life that's gone to waste
Another light lost from your face
It's complicated

Is it that it's over or do birds still sing for you?

Float down
Like autumn leaves
And Hush now
Close your eyes before the sleep
And you're miles away
And yesterday you were here with me

Ooh how I miss you
My symphony played the song that carried you out
And Ooh how I miss you
And I miss you and I wish you'd stay

Do you ever wonder if the stars shine out for you?

Float down
Like autumn leaves
And Hush now
Close your eyes before the sleep
And you're miles away

And yesterday you were here with me
Mhhh, mhh, mhhh, mhhh,mhhh, 
Touch down
Like a seven four seven

Stay out and we'll live forever now.


I will someday, not miss you anymore. Someday. 

viernes, 30 de agosto de 2013

Mi Soledad y yo

Como estás, que tal te va?
Allí es día o es de noche?
Es bonita esa ciudad para ir de vacaciones?

En _______________ (escriba el nombre de la ciudad) está lloviendo, y todo sigue como siempre, solamente que no estás y el tiempo pasa lentamente...

Estoy loca porque vuelvas hace tanto que te fuiste
No te iras a enamorar alli ...lo prometiste 

Porfavor, cuando puedas llámame que mi soledad y yo, sin ti no nos llevamos bien.

Paso el dia planeado nuestro encuentro imaginario...

Te besaré como nadie en este mundo te besó... Te amaré con el cuerpo y con la mente, con la piel y el corazón.

Vuelve pronto, te esperamos mi soledad y yo....


Ya no te entretengo mas, se que te está esperando  alguien...

Solo un último favor antes de colgar, dile que te cuide mucho, me prometes que lo harás?


Hoy, Alejandro Sanz expresa mejor que yo, lo que este corazón siente.

Mi Soledad y yo, sin ti no nos llevamos bien.


sábado, 10 de agosto de 2013

Así sueñan las princesas...


Yo crecí dentro de cierta religión. Se me enseñó que era una princesa, hija de Dios, un rey, un DIOS y que mis aspiraciones debían concordar con lo que el, mi Padre quería para mi. Por muchos años de mi vida, ésta giró alrededor de la iglesia, los amigos de la iglesia, mi devota familia a la iglesia. No tuve nunca contacto con alcohol, cigarros, sexo, relaciones familiares destruidas. Todo era paz y alegría. Hasta que crecí y me convertí en adulta.

Una de las cosas que mas se inculcaron en mi fue la familia. Que el propósito último de ésta vida es formar una familia con un hombre digno, siendo yo una mujer virtuosa y tener hijos a quienes enseñar el camino correcto a una vida recta y como recompensa se vendría una vida eterna maravillosa. Entonces el hecho de encontrar un compañero eterno y mantenerse digna para el, es de los discursos que escuché repetidamente por años durante mi adolescencia y adultez. 

Recuerdo haber escrito una lista de las cualidades que quería en un futuro esposo. La lista se hizo tan grande como que si hubiera estado describiendo a un hombre perfecto. Quería un hombre que fuera leal, trabajador, religioso, que amara a Dios, quisiera hijos, fiel, no dijera mentiras, que pusiera a su familia en primer plano, que tuviera una carrera exitosa, un negocio propio, que no fuera tacaño, que fuera amable y generoso, que tuviera carácter mas fuera sensible, que pudiera hacer muchas cosas en la casa, que fuera divertido y no un machista... etc... Estas son las que recuerdo ahora. Seguro eran mas.

Algo dentro de mí puso la idea de "que mas hay allá afuera", "toda al vida crecí en una burbuja pero quisiera saber que estuve evitando" y conocí a las personas correctas, pero correctas para alimentar las ideas con las que estaba luchando. 

Y crecí. Me convertí en una adulta. Empecé a notar que la gente me notaba mucho. Resulté linda, con curvas atractivas... Inteligente. Los hombres me buscaban. Mucho. Me rompieron el corazón, por virgen. Se burlaban de mi y no hacía mas que sentirme contenta de poder decir que simplemente diferentes a las demás.   Pero, al fin supe que había "allá afuera". Habían fiestas, drogas, cigarros y alcohol en exceso. Había sexo, personas alegres, viviendo su vida, sin nadie a quien responder. Encontré infidelidad, mentiras, sarcasmo, orgullo, amor al dinero... Había "libertad". Y la probé- No toda, pero la probé.

Empecé a entrar en ese mundo del cual, años después, moría por salir desesperada.

Y pasaron los años, y conocí mas personas. Me sentía culpable, pero ya era tarde. No había vuelta atrás. Esta sumida en un mundo al que jamás pensé pertenecer. Era divertido en momentos, pero otros, me sentía condenada, triste, desilusionada. Sentí como que no merecía nada. Nada. Me conformé con poco, sufrí mucho, conocí cosas y personas que quisiera borrar, pero no puedo. Era miserable. Completamente miserable.

Un día, después de tanta lucha interna, de sentir que ya no había esperanza, de conocer a demasiadas personas en las que jamás debí creer, de arruinar mi corazón, mi autoestima, de ver tanta tristeza y falsa felicidad a mi alrededor, decidí que YA NO MAS.

Esa tarde hablé con mi sacerdote. Le conté todo. Estuve horas con el. Confesé cada cosa, cada pecado, cada tristeza. Fue como una sesión con psicólogo (aunque nunca he ido supongo que así son las sesiones, donde uno se sienta a llorar y llorar y vaciar la cabeza y el corazón mientras ellos pacientemente escuchan sin comentar, evitando decir algo) y lloré. Lloré como una bebé desesperada. Lloré lo que en años lloré por no ser quien quería ser. Lloré de pena, de vergüenza. Lloré de humildad, de tristeza. Después de horas, de palabras y lágrimas, y escucharle a el, noté algo: esas últimas lágrimas, sabían a esperanza. Esperanza de una vida mejor, esperanza de perdón y de cambio. Esperanza de algún día sentirme como la princesa que quería convertirme de pequeña. Porque los últimos años de mi vida, no habían valido la pena. Para nada.

He cambiado. Todavía no me siento como cuando era joven, pero tengo algo que había perdido: ESPERANZA!

Esperanza de una vida mejor, esperanza de perdón y cambio, esperanza por recibir aquello por lo que años sentí que no merecía, esperanza de sentir Su amor y su cuidado. Esperanza mas aún de algún día conocer a alguien que complete cada parte de mi. Esperanza de encontrar a un hombre bueno, un hombre de Dios que sea capaz de verme y tratarme como a su princesa. Esperanza de tener hijos y formar una hermosa familia que viva correctamente. Porque lo que está afuera ciertamente no vale la pena. 

Los sueños de una princesa han vuelto. Han vuelto y no quieren irse nunca mas. Quieren quedarse y esperar, pacientemente, a que se hagan realidad. 

A.


miércoles, 7 de agosto de 2013

Tiempo curativo

La vida se mueve. Aquí, allá. Todo sigue. Y va volando.

Un día, dos días, ya es miércoles y casi sábado. 

Trabajo, río, canto, bailo, como, salgo y vuela. Vuela el tiempo y se nos va de las manos. 

La gente es una fiesta de ideas y acciones. Se ve la chispa, la esperanza, la creatividad, el amor! Se ve todo! A través de ellos me doy cuenta que el tiempo pasa y me distrae y apenas lo noto.

La vida es un arco iris, una fiesta, un revoltijo, un desfile loco! Y el tiempo deja que se descontrole, que se pierda, que viva! 

Apenas lo noto y el tiempo lo está curando todo. Mi vida sigue, va y viene. Mis sueños se despiertan y mi cuerpo lucha.

Estoy viva! Y me siento amada y libre y esperanzada.

Hoy, el tiempo es mi amigo.

sábado, 3 de agosto de 2013

Sola

Mucho tiempo ha pasado desde que estuve acompañada. Disfruto estar sola. Disfruto estar con alguien.

Hoy es de esos días en los que puedo levantarme a la hora que quiero, hacer lo que quiera, ponerme mascarillas, arreglarme el pelo, los pies, escuchar música a todo volumen y bailar mientras cocino...

No espero ni una llamada, ni un mensaje, para hablar de los planes del día. Esta vez la única que tiene planes soy yo. Hoy tengo planes. Mañana, tengo planes. Sola.

A pesar de lo rico que es tener con quien estar y pasarla enamorado, la libertad emocional que viene del no estar con alguien que a la larga no será importante en tu vida es deliciosa. Tan deliciosa como la crepa de desayuno de hoy, por cierto.

Hoy me consentí, almorcé con mis amigas, manejé con mi música al volumen que me gusta... Fui adonde quise e hice lo que quise.

Me gusta tener compañía, me gusta estar sola. Prefiero estar sola que mal acompañada, pero a veces, solo a veces, quiero que alguien me acompañe a estar sola.




jueves, 1 de agosto de 2013

Dar, no pedir

La vida da vueltas.

 

He conocido a mucha gente que vive la vida sin saber que las cosas siempre vuelven. Llámenle karma, llámenle destino… La vida nos devuelve algo de lo que damos.

Yo, por eso, doy sonrisas. Muchas de ellas no vuelven de las caras que las reciben, pero la vida, de vez en cuando, lo hace.

Despertar y ser del porcentaje que actualmente lo hace. Descubro que soy afortunada. Cuánta gente no muere cada minuto en el mundo? Accidentes, enfermedad, lo que sea, por un día, no están aquí. Pero yo si lo estoy.

He aprendido que la vida es más fácil cuando en vez de pedir, agradecemos. Ser agradecido es una cualidad que nos lleva a verle los colores vivos a nuestra existencia. Cuando solo pedimos, es inevitable no querer más y más y nos volvemos entes inconformistas, insaciables. Siempre querremos más, y seguiremos pidiendo más y más, de la gente, de Dios. Ser agradecido en cambio te hace ver cuánto más hay allí de bueno que de faltantes. Por mi vista, mis brazos, mis piernas, la capacidad de caminar, de trabajar, de aprender, de tener una cama, un carro, una casa, ropa… solo por mencionar lo material. Qué tal si agradecemos por cada miembro de la familia individualmente, cada amigo, el amor. Encontraremos sin duda muchas más cosas que agradecer que pedir.

 

Así veo como me sonríe la vida cada día. No tiene que hacer mucho, ella sabe que no le pido mucho. Así es como ella me devuelve algo de lo que todos los días doy: sonrisas.

 

Muchos no entienden que la injusticia regresa injusticia, la lástima regresa lástima, el desamor devuelve desamor, la infidelidad devuelve infidelidad y tristeza,  la mentira regresa en mentira, la guerra devuelve guerra…

 

Vivamos más dedicados a ser alegres, positivos, dar lo que queremos recibir. Este mundo está cansado de gente que no da sin recibir. Este mundo está cansado de esperar a que seamos un poco agradecidos, y tal vez algún día seamos capaces de devolverle al mundo lo que el nos ha dado a nosotros… y dejar de exigirle tanto.

 

Sé que estoy de un lado a otro aquí. Estoy en un lugar silencioso, con la computadora escribiendo lo que mis dedos hablan sin ponerle atención a como se vean las letras. 

miércoles, 31 de julio de 2013

Falso

Escuchando mis playlists en esta aplicación donde podes incluir las canciones que querrás sin tener que hacer mayor cosa, me encuentro con canciones que me llevan a ésos momentos, que creí tan reales, tan míos, tan tuyos y al final tan falsos.

Falsas palabras, falsos besos, falsas excusas, falsos abrazos, falsas promesas y falso el dolor que decías sentir. Falsos los viajes, falsas ganas de luchar, falsas intenciones y falsas las sonrisas, donde fingías tan bien.

Falsas caricias y falso el amor.

Falso el amor.


Y eso solo se sabe al final, cuando todas las palabras dichas se desenmascaran, se muestra la verdad, el verdadero tu. 

Gracias por la falsa ilusión, los falsos besos y el falso amor.

Gracias por ahora mostrar tus verdaderos colores, el gris, el negro. 

Falso tu. 

lunes, 29 de julio de 2013

Un Pasado, Presente.


Olvidar? Olvidarte? Que eres cosa del pasado dicen todos. No saben cuan presente es ese pasado nuestro. 

Tuyo, mío y de cuántos supieron nuestra historia. El pasado se olvida cuando no importa, cuando las emociones y sentimientos no pasaron de ser algo pasajero. El pasado se olvida cuando hemos encontrado algo que lo supera, que hace a un lado el recuerdo de lo que aparentemente, no fue nada.

El pasado se deja ir cuando te resignas, das por perdido el hecho y sigues adelante. El pasado se olvida cuando algo mas sustituye lo que antes parecías necesitar y ahora no es nada. El pasado se olvida cuando haces aquello que amas, que deseas y llena por completo tu vida. 

El pasado se olvida cuando las puertas se cierran, las mentes se abren...

Pero a mi... a mi me importas, no fuiste pasajero, fuiste eterno. No encuentro quien te supere, quien te gane, quien me llene como tu. No me resigno, no te doy por perdido porque se que me amas. Todavía te necesito, no hago lo que amo, en lo que amo debieras estar tu.


Mi pasado es presente. Ante mi, ante la gente. Nadie sabe. Pero estas alli... 

Sigues alli.

No te has ido.

No te puedo dejar ir.

martes, 23 de julio de 2013

En mis sueños...

A veces, mis sueños, en vez de convertirse en esos lugares de fantasía donde todo puede suceder, donde puedo de pronto volar o hacer magia, ver cosas irreales pero hermosas, se han vuelto tremendos revoltijos extraños de personas y lugares que existen y no pero se mezclan de tal manera que al despertar, solo está la confusión y extrañeza; y el querer averiguar que significa cada cosa en ellos.

Hoy tuve uno de esos sueños. Soñé con ella, mi abuelita. No recuerdo cuando fue la última vez que soñé a esa mujer hermosa a quien Dios decidió llevarse hace ya muchos años. Ella sonreía. Aparentemente la celebración era en mi nombre. Alguien cocinaba algo que moría de curiosidad por probar y nunca lo hice. 

Alguien mas mostró un vestido, de cuando yo era recién nacida. Si eso tiene algún significado, no lo sé. Prefiero no tener que averiguarlo porque existen cosas en mis sueños que prefiero olvidar, en vez de complicar.

Estaba ella. Ella otra vez. No es la primera vez que se entromete en mis sueños. A ella nadie la invita. Y estaba haciendo lo que mejor hace, humillar a los demás. Su actitud altanera de alguien que nunca tuvo nada y ahora lo tiene todo no cambia ni en sueños.

Y estaba el. No se porque de pronto decide que tiene un lugar en mis sueños aunque ya no lo tiene en mi vida. Quiero olvidarlo y decide aparecer en sueños, a ser el, dulce, tierno, atento. 

Despierto y sé que no es así. Se fue para no volver y lo que dijo sentir fue solo una fantasía. Tal vez mis sueños quieren darle un poco de verdad a eso que fue mentira.

De esos sueños que en horas no recordaré, que dejan sabores agridulces en mi corazón... Si, de esos. 


lunes, 15 de julio de 2013

Estrella fugaz

El amor es tan fugaz como las estrellas, cuando te encuentras con alguien que no se queda quieto, que necesita moverse, salir, aventurarse, emigrar...

Tu y yo, nuestro amor, fue una estrella fugaz...


... y yo apenas puedo verla ya.

Te has ido. Ya, tienes lo que querías. El fantasma ya no está. Se fue. Después de ti, pero se fue.

jueves, 4 de julio de 2013

La vida que me das

Solo se vale de una llamada, un mensaje, una mirada tierna y un te quiero para hacerme sentir viva, que está aquí, cerca,  mío y de nadie mas. 

Fue mío y de nadie mas, este tiempo. Y yo le entregué todo... Mi corazón, mis pensamientos, mi abrazos, mis besos, mi alma.

Jamás quisiera arrepentirme de haber amado así. El me mostró que mi corazón seguía allí, queriendo vivir, como dando patadas de ahogado queriendo salir a flote y poder respirar. En cada beso suyo, mi corazón respiró.

Que si lo extraño? Con todo mi corazón.
Pero Dr. Seuss me enseñó que es mejor alegrarse porque sucedió que entristecerse por lo que se acabó.

Solo temo perder la esperanza, de encontrar a alguien que pueda revivir lo que está a punto de morir...


martes, 2 de julio de 2013

Galletas de chocolate, helado y lágrimas

Galletas de chocolate, helado, golosinas dulces y saladas, cama, televisión y un día sin bañarse.

Todas las mujeres tenemos el derecho a deprimirnos por cosas que valgan la pena de vez en cuando. Las mencionadas arriba son exactamente las cosas que no solo yo pero muchas mujeres necesitamos o hacemos para poder tener un par de días para llorar, deprimirnos, dormir, doler...

Y muchas veces, es por amor.

Este es mi espacio personal y hoy lo tomaré para expresar esto que siento, hoy que decidí no bañarme, después de levantarme hasta las once de la mañana de mi cama, porque aún estoy de vacaciones. Me levanto, voy a la cocina, no quiero comer. Me levanto de nuevo casi obligándome a ir a la cocina, abrir el refrigerador y asegurarme que no tengo apetito. Tengo ropa sucia. La meto a la lavadora y en mi tercera vuelta de la cocina decido que debo comer... solo porque tengo que tomarme una pastilla para la que necesito algo en el estómago. Muy poco. Realmente no se me antoja.

Me levanto, pienso en el, voy a la cocina, allí está el, queriéndome ayudar a cocinar, como siempre. Lavo mi ropa y recuerdo cuánto odiaba tener que llevar su ropa a lavar, los lunes. Hoy es martes, tremenda casualidad. Me siento a comer y lo extraño, allí a la par mía, hablando de cualquier tontería. Hoy es el tercer día desde su partida y hoy no he llorado todavía. Siento que tal vez al fin estoy dándome cuenta que esto no cambiará. Regreso a mi cuarto, a encerrarme de nuevo, como que alguien pudiera venir estando la casa vacía, enciendo el televisor, me arropo, y pareciera que otra vez mi mente está dormida. Solo así puedo, por segundos, dejar de pensar en el, en lo que vivimos juntos, en lo ultimo que me dijo, en lo que lo extraño, en lo que espero que me escriba, mirando el teléfono cada 2 minutos, y el mensaje que nunca entra.

No sé que ha pasado en el show. Parece que pongo y no pongo atención. Es algún reality, alguna serie policíaca, una película que ya haya visto muchas veces, nada que requiera mi total atención, porque es imposible ahorita. En mi mente solo está el.

Y me cuestiono una y mil veces las cosas que dijo, que dije. No me arrepiento de nada, de lo que amé, viví, hice a su lado, entregarle mi corazón fue una decisión que tomé con la cabeza también. El lo valía.

Luego me atacan sus últimas palabras, de regresar al pasado, a un pasado que rompería mi corazón. Y mi corazón se rompe. No se cuántas veces se ha roto en tres días. Pero se que cada vez que se rompe, solo debo de leer su carta, ver nuestras fotos y saber que lo que tuvimos fue real, que el sanó muchas de mis heridas, que el me entregó su corazón como yo le entregué el mío.

Las fotos, nuestras fotos... Recuerdo que es una tortura tener como 200 fotos nuestras en mi teléfono. Eso no me ayuda. Decido que es hora de ponerlas en la computadora. Jamás quiero deshacerme de ellas, cuentan una bella historia de amor. Mientras selecciono cada foto donde está el, vienen las lágrimas, de nuevo. Tercer día y sigo llorando. Me doy cuenta que tengo fotos sin clasificar. Me distraigo ordenando fotos por una hora tal vez, sin evitar ver las del folder con su nombre una a una, lentamente.

Entra un mensaje. Es el! Hablamos, por 10 minutos, de donde está y lo que hace ahora que puede escribirme por este poco tiempo. No es muy tecnológico. Siento que vivo de nuevo, todavía me quiere, sonrío, se que allí está pero en 9...8...7... minutos mas lo perderé de nuevo y me daré cuenta que no está alli, otra vez. Se ha ido. Me hago la fuerte. Recuerdo lo último que me dijo y duele. Duele y el dolor como siempre se presenta con bloqueos.

Bloquearme para que? Si el sabe que lo amo, que lo extraño y que lo sufro. Me dice que sufre, que me extraña. Pero no sirve de nada. Lo nuestro terminó para siempre.

Y se va. Vuelvo a la T.V. y me doy cuenta que es Sex and the City. Veo a Carrie totalmente deprimida porque Big la dejó casi plantada el día de su boda y pienso -Wow, eso si merece esto de estar en cama por días...Pero me siento igual. Muriendo por dentro. El tiempo no significada nada. Asi como se puede amar en 10 años se puede entregar todo en 6 meses y sufrir igual. Me doy cuenta que ella la está pasando peor aunque yo me sienta igual. Es una película! Que hago comparándome con Carrie? Y de tanto pensar en eso, dejé de pensarlo por dos minutos. Lo logré, pienso.

Y vuelve la espera de saber de el. Y aquí estoy, a las 10:51 de la noche, después de cenar galletas de chocolate con leche y Cheetos, muchas lágrimas y shows de T.V., todavía pensándolo, extrañándolo, amándolo... cada cosa que vivimos, cada beso que le di, cada palabra que me llenó el alma. Leo sus cartas, veo esa foto que me dió el día de mi cumpleaños y que el mismo puso en mi tocador y reproduzco nuestra última conversación en mi mente como con un botón de "repeat" que no deja de funcionar. Me estoy volviendo loca.


Y lo amo, lo extraño, lo necesito.

Toda mujer necesita pasar por un proceso como éste para poder salir sin llorar, salir y pasar por lugares de tantos recuerdos, sin estallar en llanto.

Yo te necesito. Pero como no te tengo, aquí están mis galletas, mi helado y mis lágrimas. Para que cuando esto se acabe, pueda decir que te he superado...

...aunque no sea cierto...

Te amo MSP.